BUTOH ANCESTRO y MEMORIA
 
Esta particular experiencia de la Danza Butoh, realizada y desarrollada desde la memoria de los territorios del sur de Chile, tiene como objetivo fundamental llevar al cuerpo los lineamentos generales y los principios corporales de una nueva propuesta en la danza Butoh, cuyo nacimiento se produce a partir de la articulación de los principios del Butoh tradicional con el cuerpo, la memoria y la conciencia cosmovisional propia del territorio ancestral Mapuche. Este entramado reflexivo, corporal y metodológico entiende el cuerpo como el cofre que guarda la memoria milenaria de nuestro origen y la suma del acontecer histórico recorrido y, en este sentido, la herramienta reflexiva y reconciliadora de la propia identidad. En esta perspectiva, mi discurso técnico y estético como así mismo mi propuesta metodológica y escénica se desarrollan desde una lectura e investigación llevada a cabo durante más de 16 años, principalmente en las comunidades cordilleranas de Alto Bío Bío, situadas territorial y culturalmente en el espacio fronterizo del Pueblo Mapuche, territorio donde han construido y vivido un saber que contiene un vínculo esencial entre el ser humano, su historia y la naturaleza.
 
Bajo estas luces, esta nueva lectura corporal de danza y movimiento profundiza la idea de un cuerpo danzante descolonizado, un cuerpo que vuelve en sí mismo, en medio de la experiencia de su propio presente, a un espacio corporal originario donde activa y anuda  su memoria en la recuperación de su profunda raíz vital, por medio de una nueva mirada y experiencia corporal escénica, esto es: la Danza Butoh Ancestral del Bío Bío. 

 

En perspectiva de estos objetivos, esta propuesta desarrolla la articulación de los principios técnicos tradicionales del Butoh con los principios sistematizados a partir de la exploración del cuerpo, memoria y territorio principalmente Mapuche-Pewenche, proyectando a través de este diseño y desarrollo metodológico, una investigación corporal técnica, teórica y vivencial en permanente proceso de apertura y realización, bajo los paisajes territoriales cotidianos, corporales y de memoria propios del sur de Chile, territorio que contiene un cofre inagotable para nuestra danza y una experiencia que nos entrega a cada uno la llave de entrada al propio cuerpo que se abre y despierta a s presente desde su particular memoria primigenia.

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- Angélica Jara P, desde la Lafkenmapu en la frontera del Bío Bío -